EL SUFRIMIENTO QUE TU MISMO TE CREAS

Más allá de lo que te pasa, lo que te dices sobre lo que te pasa puede ser la causa principal de tu dolor emocional.

Puede suceder que por la forma en que interpretas la situación que estás pasando, por crear anticipaciones dramáticas y aterradoras, puedes sucumbir en un dolor paralizante, que no te deja actuar del mejor modo posible, ante una situación por demás, ya exigente.

¿Por qué a mí, por qué me está pasando esto, qué habré hecho mal en la vida, estaré pagando por mis faltas pasadas, será que ya no me quieren, hasta cuándo voy a seguir así, será que no podré ser feliz, y si nunca logro superar esta situación/persona?, “siempre me pasa lo mismo, yo soy de malas, todo me sale mal, la buena fortuna nunca me toca”   y un largo etcétera. Esa forma de pensar, de interpretar, de entender las cosas, de hablarte a ti mismo, te genera un sufrimiento innecesario. Ya tienes suficiente con lo que puedas estar pasando, como para que ahora tú por tu manera de pensar, termines convirtiéndote en un problema dentro del problema que ya hay.

UNO DEJA DE SUFRIR EL DÍA QUE SE CANSA

Cuando adviertes que eres tú mismo por los pensamientos que tienes el que está creando esa situación en tu interior muchísimo más compleja de lo que ya es, cuando notas que eres tú con tu manera de pensar quien se está provocando semejante “dolor” emocional, o sea, sufrimiento, cuando reconoces lo inútil de esos pensamientos, entonces, como dice Anthony de Mello, “uno deja de sufrir el día que se cansa”

Alguno podrá decir que estoy sugiriendo ser insensible, ni más faltaba, pero eso es caer en la disyuntiva de si no es esto, entonces debe ser lo otro, si es blanco o negro, pero esta forma de pensar, es una distorsión del pensamiento, y como ya lo mencioné, esto también genera sufrimiento, porque lleva a las personas a sufrir porque no logran, no sentir, no sufrir.

ESTÁ ATENTO EN LO QUE TE DICES A TI MISMO

“Sufro porque dijeron que yo… o porque no dijeron, Tú me dañaste el día, o tú me hiciste el día, estoy triste porque no se acordaron de mí, en mi cumpleaños, por lo que me pasó, ya no creo en el amor, lo que me dijeron me destruyó, desde que me rechazaron no valgo nada” decir que algo nos hizo sentir algo, es asumir que cualquier situación tiene ese gran poder sobre nosotros, y allí vienen los pensamientos que inútiles, nos hacen sufrir.

Recuerda, muchas veces sufrimos por cosas sin importancia, pero por qué, por qué sucede eso, ten presente revisar qué estás pensando, y determina el pensamiento causa de ese sufrimiento. Fíjate en este caso, no es la situación, pero tu forma de interpretarlo, te hace sufrir.

Como dijo Epícteto, “no son los eventos en sí mismos los que nos perturban, es nuestra interpretación de esos eventos lo que nos daña”

QUÉ HACER PARA ALIVIAR ESE “DOLOR” EMOCIONAL

Procura identificar el pensamiento causa de tu sufrimiento, del sufrimiento que tú solo te causas, y acto seguido, cuestiónalo.

Me gusta la alternativa que plantea Mo Gawdat, en su libro, “Esa vocecita en tu cabeza”:

¿Lo que estás pensando es real?, ¿Por qué estás pensando así?

¿Qué puedo hacer para solucionar esta situación?, al responder esta pregunta si tienes la solución, simplemente, hazlo, soluciónala y ya. No cargues con peso innecesario.

¿Y si no puedo hacer nada?, aceptar, adaptarte, y seguir. La vida continúa, nos guste o no, la vida seguirá con nuestro permiso o sin él.

Parece simple, pero, no te cargues con un sufrimiento innecesario, con pensamientos que no te aportan, aún más sabiendo que tus pensamientos son tuyos, y en ese orden de ideas, como son tuyos, puedes cambiarlos por otros que te aporten, y te ayuden a sobrellevar las situaciones, algunas de ellas por demás, desafiantes.

NEGAR LA REALIDAD, NO LA DESAPARECE

Con lo dicho hasta acá, no quiero caer en la categoría de la insensibilidad, o de negar la realidad, nada de eso, muy por el contrario, lo que deseo es compartirte que, si bien el sufrimiento estará en algunos momentos de nuestra vida, su intensidad y duración, están definidos y por mucho, por la manera en que lo procesamos.

Por otro lado, hay un sufrimiento adicional, e innecesario, un sufrimiento creado por nosotros mismos, que nos hace daño a nosotros mismos. Identificar los pensamientos causa de un sufrimiento puede ser el primer paso no solo para dejar de sufrir, sino para encontrar calma y lucidez en cualquier momento de la existencia.

Recuerda, no se trata ni más faltaba de negar la realidad, sino de dejar de ser tu propio verdugo, castigándote a ti mismo con interpretaciones que solo sirven para hacerte sufrir.